En un hecho inquietante, la Policía de Nigeria arrestó a Kunle Wizeman Ajayi, candidato a gobernador del Estado de Ondo por el Congreso de Acción Africana (AAC), y a Patrick Owolabi, miembro del Movimiento Take It Back (TIB).
Los arrestos ocurrieron en Akure, la capital del estado de Ondo, durante el décimo día de una protesta nacional contra el hambre, las penurias y lo que los manifestantes describen como mal gobierno bajo la administración del presidente Bola Tinubu.
Ajayi y Owolabi estaban participando en la actual protesta #EndBadGovernanceInNigeria, en la que nigerianos de todo el país han expresado su descontento con las condiciones económicas y la gobernanza actuales a través de manifestaciones pacíficas.
La protesta, que comenzó como una protesta nacional contra el hambre, ha entrado en su décimo día, en el que los ciudadanos exigen reformas urgentes. La dirección del TIB ha condenado los arrestos y ha exigido la liberación inmediata e incondicional de Ajayi y Owolabi. En una declaración en la plataforma de redes sociales X, el grupo criticó las acciones de la policía, calificándolas de “desafortunadas y vergonzosas”.
La publicación del TIB decía: “Es lamentable que la @PoliceNG aún no haya aprendido. La continua represión de los manifestantes pacíficos #EndBadGovernceInNigeria es una vergüenza total. Condenamos el arresto ilegal de Ajayi Wizeman y Patrick Owolabi en el estado de Ondo y exigimos su liberación inmediata e incondicional”. Informes anteriores indicaron que los residentes del estado de Ondo salieron a las calles el sábado para una marcha de un millón de personas, que marcó el décimo día de las protestas. Los manifestantes llevaban pancartas y carteles con mensajes como “#Tenemos hambre. Acabemos con el mal gobierno en Nigeria”, lo que refleja la creciente frustración entre los ciudadanos. La protesta, inicialmente pacífica, se ha vuelto violenta en varias partes del país, incluida la capital nigeriana, debido a la respuesta de mano dura de la policía y otras agencias de seguridad. Los periodistas y profesionales de los medios que cubren los eventos también han sido blanco de la represión. Mientras las tensiones siguen aumentando, la demanda de rendición de cuentas y una mejor gobernanza sigue estando a la vanguardia de las protestas.